dissabte, 25 d’octubre del 2014

La campanya per eliminar l'amiant a les escoles arranca a la Malva-rosa

Notícia a El Levante


El CEIP Blasco Ibañez exige a la conselleria que elimine la uralita de fibrocemento durante las obras de reposición del techo de un aulario

23.10.2014 | 04:15
La campaña para eliminar el amianto de los colegios arranca en la Malva-rosa
La campaña para eliminar el amianto de los colegios arranca en la Malva-rosa
Hacer visible lo invisible. Ese es el germen de la campaña «Fora el fibrocement de les escoles. Fibrocement? no gràcies» que arrancó ayer en la Malva-rosa de la mano del colectivo Amics de la Malva, los colegios de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Vicente Blasco Ibáñez, Lopez Rosat y Ciudad de Bolonia, el sindicato CC OO, FAPA Valencia y EU, que tuvo como representante al portavoz del grupo municipal, Amadeu Sanchis. El objetivo, sin embargo, es conseguir que la Conselleria de Educación elimine las estructuras de amianto que existen en 154 colegios públicos de la Comunitat Valenciana 15 de ellos, en Valencia capital según denunció EU hace un mes. Y como «la unión hace la fuerza», la plataforma invita a todos los colegios afectados «a unirse a esta iniciativa para pelear todos juntos por la salud de nuestros hijos».
La campaña para eliminar el amianto de los colegios arrancó ayer en la Malva-rosa con una concentración en el CEIP Vicente Blasco Ibañez y unas charlas sobre los riesgos de las estructuras de fibrocemento en el IES Isabel de Villena. ¿Por qué en este colegio y no en otro? La respuesta es sencilla: «Hace una semana se desprendió parte del techo de un aulario de este colegio los niños de 4 y 5 años están realojados en otras aulas y desde la comunidad educativa pensamos que ahora es el momento de que la Conselleria de Educación haga las cosas bien y, junto con las obras que tenga que acometer en el centro, elimine la uralita que era, es y será un riesgo para la salud de todo aquel que se acerque al colegio».
Y es que el riesgo de las construcciones que tienen amianto es que, cuanto más tiempo pase, más se deteriore o se fracture, más efectos nocivos hay. «El problema reside en que cuando la uralita se fractura, las partículas cancerígenas de fibrocemento quedan en suspensión siendo inhaladas por alumnos, profesores y cualquiera que esté en la zona en un radio de 25 kilómetros, desarrollando futuros tumores, tal y como reconoce la legislación actual. De hecho hay estudios de la OMS que aseguran que a las 100.000 muertes por exposición directa de trabajadores de fábricas o del sector de la construcción que han estado en contacto directo con este material se suman 40.000 de personas afectadas de forma indirecta. La cosa es seria», aseguró ayer el representante de salud laboral de CC OO.
En el CEIP Vicente Blasco Ibañez urge la actuación de la conselleria porque «la uralita está muy deteriorada debido a la proximidad del centro al mar». Pero no es el único, ni mucho menos. En el CEIP López Rosat «la uralita tiene agujeros y placas rotas». Por ello, estos dos centros quieren seguir los mismos pasos que hizo el CEIP Ciudad de Bolonia que, tras cuatro años de intensa lucha, consiguió que la conselleria retirara el techado de uralita. Eso sí, acudieron hasta a la Fiscalía tras denunciar a la Administración por un posible delito contra la salud pública. «El Ciudad de Bolonia es claro ejemplo de que, si peleamos juntos y somos persistentes podemos conseguirlo. Esto es algo que hay que no puede esperar más», añadieron desde la plataforma.




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